Los ciclos de actividad del Sol comenzaron a enumerarse hace 250 años, con el inicio de observaciones regulares de las manchas solares que aparecen en el disco solar.
Al inicio de cada ciclo, el número de manchas solares es escaso, y a medida que avanzan los años, su número aumenta hasta alcanzar una cantidad máxima determinada.
Después, el número de manchas solares comienza a reducirse lentamente hasta alcanzar el denominado mínimo de actividad solar.
El período cuando la cantidad de zonas de acción magnética (aparición de manchas) es mayor se llama máximo del ciclo solar, y cuando la cantidad de esas zonas es menor se llama mínimo.
En promedio, la sucesión entre el máximo y el mínimo es de once años, por esa razón, se denominan ciclos de actividad solar de once años. En los últimos ochenta años, el tiempo en que transcurren los ciclos solares se ha acelerado un poco, en promedio, su duración se ha reducido a 10,5 años aproximadamente.
Es evidente que el Sol tiene una especie de reloj interno que establece la duración de cada ciclo de actividad solar en concreto. Hasta ahora, es una incógnita el mecanismo de trabajo de este reloj.
Actividad Solar, efectos en la Tierra.
Las explosiones y manchas solares, lanzan una enorme energía de radiaciones electromagnética en forma de rayos-x al espacio generando a veces las tormentas geomagnéticas, pequeñas partículas que forman el viento solar que viajan a la velocidad de , entre 400 – 1000 km/sec.
Causan cambios al impactar en el campo magnético que rodea la Tierra.
Los científicos han seguido estos ciclos de explosiones en el Sol por más de 300 años
Ahora, con los satélites modernos, se puede anticipar en una o varias horas, su impacto con la Tierra alertando a los científicos a tomar medidas preventivas para reducir los daños.
En Julio 15 y 16 de 1999, una enorme nube geomagnética, lanzada por una explosión solar, impactó la Tierra durante más de nueve horas, creando una intensidad en las “aurora boreales"
Además, hizo saltar los capacitadores de 9 centrales eléctricas y un transformador, a lo largo de la costa este de los Estados Unidos.
Según las estadísticas, los daños en esa área produjeron una pérdida de $3 a $6 billones de dólares en la producción.
Desde hace años las estaciones eléctricas están trabajando con un 80% de su capacidad para evitar un rápido cambio de voltaje, producido por el máximo de actividad solar, y así evitar daños y apagones.
Entre las industrias, que pueden ser afectadas por este ciclo máximo de explosiones solares, están las de transmisiones de radio, TV, teléfonos celulares, los componentes electrónicos en satélites, sus antenas, las centrales eléctricas y hasta el vuelo de las aves.
En Marzo 23, 1989, la planta eléctrica del Canadá, Hydro-Quebec, sufrió un apagón, dejando a 9 millones de personas sin electricidad a causa de una de estas tormentas geomagnéticas.
De acuerdo a la NASA y la NOAA (Dirección Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos) éste ciclo máximo de actividad solar . Habiendo comenzado a finales de 1999 y se extendió hasta los años 2001/2002 donde se produjo el máximo de actividad solar.
Algunos estudios particulares dicen que el 4 de enero del 2008, comenzó lo que los científicos llaman el Ciclo Solar 24, con una enorme explosión en el lado oculto del Sol. Una enorme y brillante cantidad de Rayos’X emergió del Sol dando comienzo a un nuevo Ciclo Solar de 11 años de duración.
Estos Ciclos Solares, normalmente, toman varios años en llegar a su máximo.
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